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Usa la IA sin perder tu estilo

Usa la IA sin perder tu estilo

Luis Fernando Escalona

La inteligencia artificial: Ese útil y controversial asistente, que nos ayuda a crear y nos ahorra tiempo en el desarrollo de diseño, estadística, cátedras, escritura y sinfín de recursos más.

En la actualidad, muchos artistas, estudiantes, profesionales, han recurrido al apoyo del robot para crear textos, imágenes y otros trabajos, de acuerdo a su área y nivel de responsabilidad. Se fomenta incluso el uso de la IA en las aulas, con el argumento de aprovechar la tecnología que tenemos al alcance y facilitarnos así la vida, haciendo más eficiente nuestro tiempo. La premisa suena bien. Pero, ¿qué sucede cuando dejamos que el robot haga todo por nosotros?

El uso no regulado de esta herramienta ha generado problemas en las escuelas, apatía en los usuarios y debates alzados de tono sobre su aplicación en la vida cotidiana. ¿Hasta dónde deberíamos llegar con ella? ¿Se debe poner un límite? ¿O debemos aprender a utilizarla sin perder nuestra esencia?

Muchos estudiantes, por ejemplo, han entregado tareas completas, ensayos y trabajos de investigación adquiridos en el chat, sin revisarlos o cambiarles cosas según su nivel; peor aún, sin revisar ni verificar la información (hay que resaltar que el chat sólo recopila en instantes datos que hay en la web, datos que han ido plasmando y posicionando los usuarios y que, muchas de las veces, están mal).

El uso irregular de la IA fomenta el plagio, pues se crea un círculo vicioso donde dejamos de pensar y resolver. Tanto el pensamiento crítico-matemático como el creativo se han visto invadidos por el sopor de la comodidad y la resolución inmediata que nos da esta herramienta.

Hay quienes afirman, incluso, que vamos a prescindir de editores y correctores, para que sean los autores quienes hagan toda la labor. Y peor aún, hay quienes fomentan la creación literaria a partir de la IA. Sólo se le da el perfil indicado al robot y éste genera el argumento, desarrolla la historia e incluso puede corregirla.

Estas y otras problemáticas han venido a crear un debate sobre su uso y limitaciones. Incluso, se ha comenzado a regular en las aulas, pero dándole un enfoque positivo para que los alumnos construyan sus propias ideas y puedan sustentarlas o apoyarlas en la información recabada y que deberían revisar antes de plasmarla en sus trabajos.

¿Cómo entonces mantener nuestra voz usando la inteligencia artificial?

La importancia de la creatividad: Hay que dejar algo claro: La IA no puede replicar tu intuición ni tu percepción personal, porque es única e irrepetible. El robot puede escribirte una historia, pero no hacer rompiendo de tiempos narrativos ni alterar estructuras para crear cosas nuevas; ahí están los movimientos literarios del siglo XX que crearon nociones que no se habían explorado: la perspectiva del modernismo, las vanguardias literarias, el surrealismo, el estridentismo, y más recientemente, el laconismo, por ejemplo. Puede ser un pincel, pero no el pintor, no el fotógrafo, no el músico; replica la métrica y los tiempos, sí, pero no la esencia que cada quien les impregna a sus obras, porque son sus concepciones personales y su forma íntima de interpretar la realidad.

Edita, no copies: Usa la IA para generar ideas, pero date tiempo de interpretarlas, de cotejarlas y de confirmar que los datos arrojados son correctos. Reactiva tu capacidad y conocimiento de hacer resúmenes y haz notas a mano, para que tu cerebro también haga conexiones para crear procesos que se sumen a tu fin. El combinar fuentes con la integración de tu experiencia, emociones y percepciones enriquecerá siempre lo adquirido con el robot más tu pensamiento y propuesta.

Y finalmente, establece límites creativos y éticos (contigo mismo): Con esto reforzarás el conocimiento de ti mismo y de tu estilo para crear, entiendo tus obsesiones e inquietudes y enriqueciéndolas con la investigación veloz de la IA te puede aportar. Recuerda que no se trata de evitar la tecnología, sino de integrarla con conciencia y con el propósito de enriquecer las vidas de todos los que te rodean con tus talentos y virtudes.

Publicado en Artículo,Luis Fernando Escalona

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