Sus oídos estaban atentos a lo que decía…
Llego a la estación de trabajo de Camilo, el bolero, y lo encuentro puteando, maldiciendo, avienta las grasas, los cepillos, el tinte, el…
Sus oídos estaban atentos a lo que decía…
Llego a la estación de trabajo de Camilo, el bolero, y lo encuentro puteando, maldiciendo, avienta las grasas, los cepillos, el tinte, el…