Menú Cerrar

De pronto

De pronto

Felipe Díaz

Cansado por la celeridad de sus obligaciones se sentó en el parque. Se relajó. Objetos y luz se suspendieron en el respirar de los árboles. Una explosión lo dejó sordo. Miró un auto chocar y volar inevitablemente hacia él. Presenció su propia muerte con tal calma, que comprendió el sentido de la eternidad.

Publicado en Felipe Díaz,Minificciones

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *